miércoles, 19 de agosto de 2009

Me apetece desahogarme un poco.

Frustraciones de la vida.

Hoy me siento como un gilipollas. Me sucede mucho últimamente. Hay muchas cosas de la vida que no entiendo y quizás por eso me producen frustración. Creo que la vida podría ser mucho más sencilla de lo que nosotros la hacemos. Somos especialistas en complicarnos.
Esta tarde he sentido la necesidad de desahogarme y escribir algo para ahuyentar a la energía negativa.
Me han frustrado muchas cosas y aunque acordarme de ellas me suponga un esfuerzo y me toque mucho las pelotas, creo que en el fondo me libera.
A los 17 años se lesione jugando al balonmano y eso me condiciono sobremanera. Hasta entonces era un tipo deportista pero después de operarme me dio por engordar y eso no facilito la recuperación del tipo que tenia.

Me implique mucho en la parroquia, en el grupo de Tiempo Libre y eso me ha dado muchas buenas experiencias pero también me ha cerrado otros caminos. En le fondo no me arrepiento, pero ahora tengo 37 años y me siento solo. Estoy seguro de que volvería tomar las mismas opciones y hacer las mismas apuestas.

Esta queja puede ser una especie de pataleta pero espero que sea una válvula de escape.

Aunque acabe mis estudios de FP II nunca trabaje en el tema y decidí estudiar teología.
Después me dedique a dar clases de religión y ética, pero esa fue otra frustración.
No supe aprovechar esa oportunidad y aunque actualmente estoy a gusto en el trabajo siento que podía haber dado más para ser profesor.

Otras frustraciones se han ido produciendo con los años. La de chicas de las que me he enamorado y que nunca vieron en mi nada especial. O no me atreví a decir nada o me querían solo como amigo. En el tema de las relaciones todo es muy complicado y siento que cada vez es más difícil. Bien es cierto que nunca se sabe y hace un par de años tuve una relación que no esperaba. Fue una experiencia que por desgracia, sobre todo para mi, acabo en otra frustración. Todavía no entiendo que paso, pero el temita se acabo.


Colorín colorado este cuento de las frustraciones se ha acabado.

En fin serafín, espero que este escrito me ayude a seguir caminando y ver las cosas de otra manera.