lunes, 15 de diciembre de 2014

Experiencia en los campamentos de refugiados saharauis.

Este domingo, después de un viaje de vuelta agotador, regresamos de la vista a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia).
Ha sido una experiencia muy enriquecedora y llena de matices y sensaciones en ocasiones contradictorias.
Desde que tuve conocimiento de la problemática que sufría el pueblo saharaui me posicione del lado de sus reivindicaciones. Fue un pueblo que sufrió el abandono de la metrópoli. Eran una colonia española e incluso fueron una provincia más pero por intereses y por evitar conflictos, en una época convulsa, fueron abandonados a su suerte. Su lucha por mantener su identidad como pueblo y su resistencia frente a Mauritania (a los que derrotaron) y Marruecos (con los que quedaron en un empate muy perjudicial para el entonces Hassan II) les ha permitido sobrevivir.
Mi mujer y yo decidimos en un momento dado el participar en el programa de vacaciones en Paz.
Por la experiencia vivida con otras pareja y amigos que ya participaban del programa decidimos dar el paso. El año 2013 vino Machura Mahmud Abdi, una niña saharaui que transformo nuestras vidas y nos acerco de otra manera a esa realidad.
Después de compartir dos veranos con ella nos planteamos la posibilidad de viajar a los campamentos y conocer más de cerca como sobreviven en los campamentos.
El pasado 5 de diciembre partimos desde Loiu, junto a más de 150 personas, rumbo a Tinduf. La organización de la llegada por parte de las autoridades argelinas fue bastante caótica. Coincidimos tres aviones de el estado español. Gentes de Madrid, Galicia,  Andalucía y Euskal Herria que formabamos un conglomerado muy variado y pintoresco. Después de los controles de rigor y de que organizaran la caravana con escolta de la policía partimos a las distintas Wilayas (campamentos).
Pasamos mucho frio esa mañana pero al final llegamos a Smara a la daira de Farsia, barrio 1 donde nos encontramos con la familia de Machura.
Nos abrieron las puertas de su casa y compartieron con nosotros lo poco que tenían. Viven en una situación de pobreza en la que están muy asentados y resignados. No pasan hambre aunque las carencias de alimentación rica se notan mucho. Comparten los recursos y se reparten a las familias las ayudas de cooperación y envíos. 
Sobreviven en un medio hostil, rodeados de arena y piedras y con mucha basura y restos de chatarra que no pueden vender fuera. Allí van a morir muchos coches como mercedes y todo terrenos que por tener motores más fuertes aguantan un poco más. 
Por motivos de seguridad no se  permite que vayamos solos casi a ningún sitio o lugar. Hay que notificar las excursiones y pedir un permiso o pase para ir de una wilaya a otra.
El ritmo de vida es muy diferente y la calma y paz que se respira nos resultaba casi agobiante pero te acabas acostumbrando a no hacer casi nada.
Hemos compartido risas y alegrías y también preocupaciones y situaciones incomprensibles vistas desde nuestros planteamientos occidentalizados.
Conociendo la realidad y todo lo que viven se nos ha hecho duro pensar en el futuro. Ellos siguen manteniendo la esperanza de volver pero una y otra vez son traicionados por la comunidad internacional y el gobierno español.
Mohamed VI no va a permitir cambios y no acata las resoluciones de la ONU ni acepta a sus enviados. Francia y otros siguen apoyando a Marruecos. La riqueza del sahara occidental es muy grande y los intereses son muchos. Hay muchos factores que intervienen y se convierte en un puzzle de muchas piezas de difícil ajuste. Pero el pueblo saharaui sigue resistiendo y manteniendo una esperanza que a veces nos parece poco realista.
Creo que la única posibilidad seria que el pueblo de Marruecos, que vive oprimido por su rey y su casta de amigotes, se despertara y quisiera cambiar y buscar cambios democráticos. También que la ONU, exigiera de una manera más contundente que se respetaran sus resoluciones y sobre todo que España se implicara de una manera mucho más radical por resolver y dar salida a las pretensiones de el pueblo saharaui. 
Ojala veamos un día la vuelta de los refugiados a su tierra y la convivencia en paz con los colonos marroquíes en el sahara occidental.
En resumen, ¡Viva el Sahara Libre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario